miércoles, 7 de diciembre de 2005

La luna y el Heron City (pensando en Lorca)


Federico García Lorca (1898 - 1936)

Romance de la luna, luna
A Conchita García Lorca

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.

Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

2 comentarios:

Lunarroja dijo...

Si ya te digo yo que la luna tiene siempre algo especial...
Incluso la del Heron City :)

Stifmeister dijo...

Cuánta razón tienes, lunarroja. Me quedo con la frase que dijo mi abuela paterna(que en paz descanse) la primera vez que vino a Barcelona: "En el pueblo también tenemos luna".