lunes, 23 de enero de 2006

5 extraños hábitos míos

Mi querida amiga Somtaims me ha pasado el testigo de un juego muy de moda entre los bloggers, ése que seguro ya habéis visto en alguna ocasión, que trata de escribir hábitos raros o manías.

(...)El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos". Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis escoger 5 nuevas personas a indicar y añadir el link de su blog o diario web. No olvidéis dejar un comentario en su blog o diario web diciendo "Has sido elegido" y dices que lean el vuestro(...)

  1. El primer extraño hábito que os voy a contar es una tontería, pero no sé porqué, siempre que se lo cuento a alguien me mira con cara rara, e incluso me deja de hablar. Puede que lo haya contado antes aquí en el blog.
    Antes de salir de mi habitación tengo que encender y apagar la luz 3 veces mientras repito en voz alta la palabra "Belcebú"; si no lo hago así toda mi familia morirá.
    Dentro de este hábito tampoco puedo pisar las línias de las racholas del suelo de la cocina; si algún día me equivoco moriré en menos de 6 días.
  2. No puedo soportar que alguien se suicide y no deje una nota de despedida. Si te vas a suicidar al menos deja una nota para tus familiares y amigos, como cortesía. Es lo mínimo. No sé, a mí me han educado así.
  3. En verano tengo que dormir con el aire acondicionado puesto. ¿Alguna vez habéis dormido en una habitación calurosa? Yo he dormido unas cuántas veces en una habitación calurosa y me entraron ganas de matarme (no lo hice porque con ese calor no me apetecía escribir la nota de despedida).
  4. Me encanta mirar la página de deportes del teletexto de Tele5 (pág. 201). La miro unas 8 veces al día. No dejaría de mirarla ni aunque mi casa empezara a arder. Mi preferida es la dedicada a la NBA, que la suelen poner en la 205 o 206.
  5. Cuando era pequeño me gustaba devolver las películas al videoclub sin rebobinar, aunque un enorme cartel indicase lo contrario. Ahora ya no lo puedo hacer por culpa del DVD. Me acuerdo que dejaba la cinta de vídeo en el mostrador, gritaba nuestro número de socio y salía corriendo como alma que lleva el diablo. Me sentía como un pequeño terrorista, ¡estaba dinamitando el sistema de alquiler de audiovisuales desde dentro!

Por último, y como propina, añadiré que tengo el hábito de romper todas las cadenas que me llegan por internet (me esperan unos 453 años de desgracias y mal sexo por culpa de ésto y de no mirar a los ojos cuando brindo). Por tanto no voy a invitar a nadie para que siga con lo de los extraños hábitos, pero si a alguno de vosotros le gustaría hacerlo en su blog se puede dar por invitado por mí.

Éste es el interruptor de mi habitación. Al final me lo voy a cargar de tanto darle, ya verás.