domingo, 28 de mayo de 2006

¡Ay, qué calor!

Pues sí, hace un calor que te torras.

Ayer estuve listo, lo vi claro y me fui a la playa de Bogatell, a empezar a ponerme moreno y darme el primer baño de la temporada. En cambio hoy he sido un poco masoca y me he ido a la sauna, a sudar todavía más. Es que hace poco que la han arreglado (véase posts anteriores) y tengo que recuperar el mono de todos estos meses. Además, el otro día, haciendo exámenes de prueba para el First Certificate me salió un texto sobre Finlandia, y cómo no, las saunas. Y claro, me entró morriña.

De vuelta a casa he visto cómo el Sol hace estragos y las habitualmente llenas pistas de petanca del barrio presentaban este desolador aspecto. Y es que en la playa se está mucho más a gusto.


Pero por suerte para los irreductibles de la petanca, que haberlos haylos, siempre queda alguna pista a la sombra.



Y es que, como dice Raimundo Amador, en invierno al sol y en verano a la sombra. Éste puede ser uno de los pequeños secretos de la felicidad cotidana.

Otro: ver "Aída", que empieza dentro de 20 minutos. Nos vemos.