jueves, 19 de enero de 2006

El toreo

"es un hecho extraordinario porque se sintetizan muchísimas cosas, no es simplemente el azar, sino que hay mucha sabiduría detrás de un simple movimiento. Por un lado, tenemos un animal fantástico que ha sido creado con el fin de embestir sin piedad, y por otro, un hombre sin defensas, con toda su debilidad, capaz de dominar la fiera salvaje, no con la doma sino con el ritmo. Después, tenemos el público que induce al torero hacia el arte y la heroicidad. Esta conexión de ritmo es la única posible entre un animal y un hombre, es la única forma de entendimiento al margen de la doma que es la coacción por la comida. Aquí no hay trampa ni coacción, por tanto es un hecho extraordinario, un hecho de arte, pero de un arte de gran pureza porque desaparece mientras se va creando".

"La gente come carne de ganadería intensiva que es la forma más cruel de tratar al animal y se ceba con los toros porque la muerte es a la vista pública, sin reparar en que el toro es el animal salvaje que mejor vive en Europa".

"El nacionalismo catalán decide que los toros es una cosa española. Esto es de una profunda ignorancia y te da un asco terrible".

"Haré todo lo posible para vender cara la piel, para que sea difícil o imposible acabar con los toros aquí en Cataluña, pero lamentablemente lo veo difícil, creo que al final pasaran sobre nuestros cadáveres. Pero hay que dar un mensaje a todo el conjunto de los aficionados y de la gente en general, hay que decirles que piensen que son la última generación que van a ver el último gran rito pagano de la antigüedad que ha permanecido vigente hasta nuestros días en el mundo occidental. No se lo pierdan ustedes porque sus hijos ya no lo verán y les pedirán como era aquella ceremonia de exaltación de la vida y la muerte".


Albert Boadella