viernes, 12 de agosto de 2005

Qué gran noche


Ayer por la noche quedé con mi amigo Jamie para una pequeña aventura gastronómica. Fuimos a uno de nuestros bares predilectos, el Zipi y Zape, y pedimos la especialidad de la casa: los 'guarrins bocadill'.
Es difícil describir estos bocadillos, porque dependen única y exclusivamente de la creatividad del dueño del bar. Nosotros nos limitamos a pedir los guarrins, él se encarga de crear.

Primer guarrin: Estaba hecho de mortadela de olivas, con olivas (sí, habíes leido bien) y queso fundido.

Segundo guarrin: Formado por tortilla de patatas, atún, y chorizo. Sin duda éste fue el mejor de los dos.

Para acompañar, calimocho portugués, que viene a ser como el calimocho de toda la vida con un poco de licor de fresa.

Y después de esta fiesta gastrónomica para los sentidos nos fuimos a bailar un poco a nuestro querido Cangrejo, donde nos encontramos con varias presentadoras de telenoticias de TV3. No veais que marcha llevaban. El punto más negativo de la noche fue que la disc-jockey se negó a poner Amante bandido de Miguel Bosé. Qué injustícia por Dios.