jueves, 22 de diciembre de 2005

El gordo (y no es Ronaldo)


Cuando compré este décimo estaba muy contento con el número, me gustaba, me daba buenas sensaciones. Hasta que un día llegué al trabajo y me enteré que coincidía con el día del nacimiento de la infanta Leonor, y que mucha gente estaba intentando (infructuosamente) comprar el número.
No me gustó nada la idea. "Ahora seguro que no toca", les dije a mis compañeros. Ya hubiera sido demasiada casualidad una doble coincidencia.

Al menos nos devuelven el dinero, menos da una piedra, el que no se conforma es porque no quiere. Mi madre me ha preguntao si quiero cobrarlo o cambiarlo por un décimo para el Niño. Le he dicho que lo voy a cobrar, después de muchos años ya he visto que la Diosa Fortuna no quiere tener cuentas conmigo.

Por cierto, ¿los de la lotería cambiaran algún año el anuncio del puto calvo? La primera vez tenía su gracia, pero ya empieza a cansar un poco...

3 comentarios:

Angie dijo...

qué dices? a mi me encanta el anuncio del calvo, las navidades no serían lo mismo sin él. y sin esa música tan maravillosa. Ese anuncio es muy significativo y tradicional ya. seguro que lo echaríamos de menos.
A mi no me tocó na de na. Tampoco soy afortunada en el juego,pero como dice el refrán, en el amor sí, no me puedo quejar. Pero bueno, millonaria creo que también podría disfrutar del amor ;)

Feliz Navidad y que pases unas buenísimas navidades.

Lunarroja dijo...

¿y con qué nos tenemos que conformar los que no somos afortunados/as ni en una cosa ni en la otra?

Stifmeister dijo...

ja ja ja, eso mismo me pregunto yo, lunarroja.
Supongo que la salud puede ser una buena respuesta, ya que sólo la valoramos cuando nos falta.